22 de diciembre de 2011

Proyecto Diciembre 2011: Versionando la Navidad


Para comenzar quiero desearle una feliz navidad y un prospero año nuevo a todos :)
Aquí les dejo este pequeño relato que trata sobre la esperanza y sobre todo de los deseos casi imposibles y cómo se debe aprender a lidiar algunas veces y no escapar de los problemas; espero que lo disfruten y recuerden que los viejos deseos de navidad pueden cumplirse cuando menos lo esperan por eso es importante tenerlos en mente siempre.

Mi lista de navidad

Hacía frío esa noche, demasiado frío para estar completamente sola… sin abrigo alguno, sin nadie que la confortara; pero así había sido siempre, nunca le hacía falta nadie para lograr lo que quería, ella tenía el poder de cambiar de piel cuando hacía falta, podía ser todo y ser nada a la vez. Aunque la mayoría de personas, como sus familiares, preferían llamarlo “hipocresía”. Pero ellos solamente le tenían envidia, a su corta edad ya manejaba perfectamente el arte del camuflaje.

Se detuvo. Las piernas le dolían de tanto correr, ni siquiera sabía hacia donde se dirigía, y cómo podría saberlo si ni siquiera sabía dónde se encontraba. Miró a su alrededor, era un viejo y oscuro parque con pobres decoraciones navideñas… Caminó lentamente contemplando todo aquel siniestro lugar, le pareció lindo en cierta forma. A medida que caminaba se tranquilizaba un poco más. Tenía que pensar sobre muchas cosas, una tarea que detestaba.

Mariana odiaba pensar y analizar cada cosa, ella simplemente actuaba según su instinto, hacia lo que creía conveniente y nunca se arrepentía de nada.

Prefiero saltar de una vez sin mirar. Era lo que siempre decía cuando todos los señores de la lógica la atacaban, después de todo no tenía nada que perder, ni siquiera en nochebuena. No tenía nada que celebrar, no tenía nada por lo que estar agradecida.

Se sentó en una vieja banca para tomar aire, aquel tétrico lugar se hallaba completamente solo; podrían matarla y nadie se daría… Pero quizá los asesinos psicópatas estaban muy ocupados celebrando la navidad.

Mariana apenas tenía diez años pero al parecer debía analizar una larga vida para saber qué hacer… Qué debía hacer cuando el reloj marcara la medianoche.

Primeramente era momento de sacar la lista de santa, esa lista donde se hallaban todas las cosas que siempre había deseado pero jamás había tenido por ser una niña mala.

Querido Santa:

Aquí está mi lista de los deseos, espero que para esta Navidad vengas a visitarme y traigas todo lo que quiero, realmente lo necesito, Papá Noel, ¡te lo imploro!

1. Quiero ser feliz.

2. Quiero ser yo misma.

3. Quiero ser amada.

4. Necesito ayuda… desesperadamente.

5. Quiero ir a cualquier otra parte.

6. Necesito un verdadero amigo.

7. Quiero una familia que me acepte.

8. Necesito un futuro verdadero.

9. Deseo vivir en paz.

10. No quiero estar sola.

Le estaré esperando con ansias. Muchas gracias de antemano, te quiero, Santa Claus, y siempre creeré en ti aunque mi hermano mayor diga que no eres real. ¡Por supuesto que lo eres! Mucho más que cualquiera.

¿Tan difícil eran esas diez cosas? No pedía juguetes costosos… pero lo triste era que Santa Claus jamás había llegado a su hogar. Su madre siempre decía que era porque ella era una niña mala y desobediente; pero Mariana se había portado sumamente bien por todo este año, sin berrinches ni llantos, pero nada. La excusa que su mamá dio ese año fue la peor: Papá Noel no encontró lo que pediste, eres una desconsiderada. ¿Tienes idea de lo que pediste? ¿No puedes ser como las otras niñas y pedir una muñeca y ya? Tan molesta como tu padre.

Por eso había huido, por eso había escapado de aquel lugar. Lo detestaba tanto… Toda su familia reunida pensando y charlando de ellos mismos, la Navidad debía ser una mentira; en los especiales de la televisión siempre salía una familia feliz festejando con amor y armonía, pero ese no era su caso. Ya no quería escuchar las mentiras de los adultos, ella no quería ser así, no quería convertirse en un horrible monstruo cansado de luchar por sus sueños.

Mariana se puso de pie y siguió el sendero de aquel parque, no tenía idea hacia donde la llevaba pero ella lo seguía con plena confianza. El reloj sonó, ya era medianoche, fuegos artificiales iluminaron el cielo y la pequeña imagino a la mentirosa de su madre abrazando a todos en la casa. Comenzó a llorar pero entonces observo algo curioso frente a ella, una joven pareja se abrazaba y celebraba la Navidad, juntos en aquel parque. Parecían realmente felices, mucho más que las personas extravagantes de su hogar.

Mariana observó en silencio, era una escena tan extraña; ambos lucían sumamente jóvenes pero ahí estaban, unidos en un abrazo mirándose a los ojos con toda la seriedad del mundo. Él le prometía hacerla feliz y ella prometía cuidarle en todo momento, hablaban de la nueva vida que empezarían unidos, nadie los podría separar... Eran ellos contra el mundo, en busca de un final feliz. Entonces se besaron y sonrieron… Todo era tan sorprendente, el hecho de que los adultos pudieran amar así… o tal vez ellos no eran adultos, en absoluto, parecían tan sólo unos niños portándose mal a escondidas de los mayores y planeando el plan de escapismo.

Mariana corrió camino a su hogar. Era lo que ella quería, simplemente eso, y estaba segura que algún día lo tendría. Incluso si su familia seguía siendo de aquella forma, ella crecería… y algún día, tan sólo tal vez, algún día, ella encontraría eso y podría decir las palabras mágicas que había escuchado de los labios de aquel muchacho esa hermosa Nochebuena: No quiero estar lejos de ti… jamás.

23 de noviembre de 2011

Proyecto de noviembre 2011: El fragmento


Un poco tarde pero aquí entrego mi relato. Pues en esta ocasión mis personajes se han vuelto anónimos y no han querido mostrarse ante mi, por lo que los llame "él" y "ella"; el fragmento que elegí es de una interesante canción que describe perfectamente a "ella", pero a medida que nacía este relato "él" quiso mostrarse y robarle el protagonismo a su amada... espero que les agrade y todos los comentarios son muy bien recibidos. Mil besos a todos, que los disfruten :D

“400 golpes contra la pared han sido bastantes para aprender a encajar con gracia y caer de pie… a esconderlo dentro y llorar después; por eso cuando dijo que no me quería apreté los dientes, dije que me iría.” Mil pedazos. Christina y los subterráneos.

Él y ella

Él lo sabe todo sobre ella.

Conoce de memoria todas sus mañas y astucias; no hay día que no vea aquel pequeño lunar que esconde bajo su flequillo. Sabe que le encanta mezclar la soda de dieta con la de cereza, cómo se levanta cada mañana dando tumbos de la cama… conoce muy bien su rutina de domingo y sabe que una vez al mes mira su película triste favorita esperando ver un final feliz esta vez.

En su cabeza revolotea la risa de aquella ninfa traviesa… aquella extraña voz reseca que suena melodiosa cada vez que quiere algo.

Él sabe la razón por la que ella siempre sonríe y por la que siempre llora. Las razones por las que se enamora una y otra vez resultan tan confusas como la misma trigonometría.

Él conoce todos sus gustos extravagantes y el olor a mandarinas en su piel. Ha visto todos sus desastrosos cortes de cabello; jamás olvida las pocas ocasiones que la ve con vestido y balanceándose en tacones.

Él sabe que en el fondo ella solamente es una niñita disfrazada de adulta… y una niñita malvada que nunca aprende la lección y le gusta cometer errores por diversión.

Él soporta todas las locuras que pasan por esa cabecita, aquella imaginación tan potente que en todos esos años no ha cambiado en nada.

Una experta en hacerse daño, amante del peligro, nunca piensa antes de actuar, testaruda, rebelde, contradictoria, llorona, alegre, enamorada del amor… todo eso y más es ella. Su nombre es Libertad y sus sueños infinitos.

Su cara tan hermosa, con aquellos gigantescos ojos grises, su calidad sonrisa que dibuja dos hoyuelos en cada mejilla, aquel flequillo con el que se esconde del mundo y su cabello decolorado… es simplemente imperfecta, pero él conoce algo que nadie más siquiera se imagina.

Aquella chica ha estado en sus manos completamente rota, desolada y verdadera.

Es tan testaruda y nunca aprende. Desde aquella primera vez, hace tanto tiempo…

Cuando conoció al sujeto equivocado, un muchacho engreído que la utilizo hasta sacarle la última gota de amor de su cuerpo. Ella le entrego todo, pero un día se fue como si nada y su corazón termino roto en mil pedazos; él mismo le ayudo a recoger todos aquellos pedazos para guardarlos por si le haría falta después.

Y aquello se hizo cotidiano en la vida de esa niñita traviesa, romperse el corazón un millón de veces, recoger los pedazos y reciclar el amor…esconder el agujero en su pecho, tragarse las lágrimas y llorar después.

Era como un gato aprendiendo a caer de pie, perfeccionándose en el arte del engaño con el tiempo, aprendiendo a conspirar…

Él conocía absolutamente todo de ella, sus excusas y quejas; todas sus relaciones suicidas que la habían vuelto insensible. Ya no podían herirla, ya no podían romper lo que estaba roto.

Ella entra por la puerta como un fantasma, esta vez no llora… él dijo que no la ama pero no tiene ya importancia ella lo sabía, siempre lo supo.

Él sabe todo sobre ella, y le ama aun si sólo es una niñita busca problemas. Pero sabe que jamás podrá amarlo.

Ella no conoce el amor, el amor verdadero… ella le teme a cualquier relación. Le da un pánico terrible cuando las cosas salen bien y escapa.

Porque quiere ser libre y no amada. Pero ella no lo sabe, solamente él…quien la observa con amor desde que se conocieron hace tanto tiempo.

Quien prometió ser su amigo más fiel que cuida sus pasos, que la rescata del abismo, quien limpia sus lágrimas. El amor es insignificante al compararlo con aquella amistad…no, aquel lazo especial que los une por siempre.

Ella sabe cuidarse sola, es fuerte, nihilista, tantas veces se ha roto que aprendió el arte de apretar los dientes, respirar y tragarse las ganas de llorar…aprendió a mentir con tanta facilidad que puede negar un “te amo” en cuestión de segundos.

Y el sigue negándose a aceptar que perdió, mientras la abraza y deposita un beso en su mejilla llena de rubor. Jamás podrá ser más que eso, más que un beso en la mejilla.

La niña mala huye siempre que tiene miedo, cuando todo es demasiado perfecto se esmera en destruirlo… está acostumbrada a sentir lastima de sí misma.

Y al final del día, ella prefiere vivir a su manera, a contra corriente; mientras que él esconde el amor entre las piernas de la chica solitaria de al lado... pero él tiene un secreto. Él tiene un pequeño pedazo de aquel corazón roto tantas veces, lo lleva escondido bajo la chaqueta y jamas se lo entregara a nadie...ese pedazo de corazón de su niña mala.

30 de octubre de 2011

Proyecto de octubre 2011: Especial Halloween


Hola a todos, aquí les dejo mi historia de terror aunque no estoy segura que de miedo alguno. Me disculparan pero unas partes del texto están rosas!!! y no lo pude cambiar, soy bastante inexperta con el word >.< besos y gracias de antemano por leer y opinar :)

"–¿Acaso crees que los monstruos no pueden amar?– Lola tembló al sentir aquellas alas quemandole la piel. No tenia otra opcion, moriría... por lo que se encomendó al amor de aquel angel de la muerte, para salvarse a si misma."

La ultima noche

Dolores daba vueltas en su cama, le era imposible conciliar el sueño y cada vez que cerraba los ojos, lo único que veía eran horribles seres intentando atraparla. Hace un año que aquella maldición había caído sobre ella y desde entonces no había vuelto a dormir plácidamente; esos espíritus, monstruos, demonios o lo que fuesen la perseguían y atormentaban a cada momento, se burlaban de ella y hacían pedazos sus nervios. Todavía recordaba todo tan bien, ese día hace un año, el terrible 31 de octubre en el que ella y sus amigos decidieron no ir a dormir y fastidiaron grandemente a los del más allá.

Desde esa fatídica noche, sus amigos comenzaron a desaparecer. Pero ella seguía ahí, por alguna razón el misterioso espíritu de Halloween no se la había llevado, en su lugar, la torturaba todos los 365 días del año sin descanso alguno.

Dolores, o mejor conocida por todos como “Lola la oscura”, rompió a llorar estaba cansada de todo aquel pánico y sufrimiento, muchas veces había considerado la opción de acabar con su propia vida de una vez por todas, pero no se hallaba segura de que la muerte fuese a ponerle un fin a tan terrible maldición.

Lola se sentó en la orilla de su cama y perdió su mirada en la oscura habitación. El silencio reinaba su casa, comenzó a sentir tranquilidad por un momento hasta que escuchó algunos perros ladrar y aullar dolorosamente, luego dio un pequeño brinco al oír ruidos proveniente de la sala de estar… pero el corazón de Lola se contrajo cuando escucho con claridad un fuerte golpe en el pasillo y un grito fantasmal que le congeló la sangre.

–Lola… –un leve susurro bastó para que la chica asustada intentara prender la luz, sin éxito, y esconderse finalmente bajo su cama.

La perilla de aquella vieja puerta comenzó a girar lentamente y Lola tapó su boca con ambas manos, evitando gritar. Finalmente la puerta se abrió… Lola tembló y deseó que la maldición terminara de una vez por todas. Pero no fue así.

–Lola, no tienes que esconderte… no te lastimare como los otros. Ya no pueden controlarme, he logrado liberarme, está bien… ¡te encontré! –Gritó el muchacho al ver bajo la cama– vamos sal de ahí, toma mi mano.

Lola tenía tanto miedo, su corazón no paraba de latir. Aquel misterioso muchacho usaba un extraño traje negro con cadenas, púas que se le clavaban en su piel… una piel tan pálida y sangre. La mayoría de él estaba manchado de sangre e incluso su rostro que se ocultaba detrás de una melena castaña, lograba mostrar una sonrisa torcida y desquiciada…y tras él unas inmensas alas se extendían.

–¿Quién eres? –dijo la muchacha, arrastrándose lentamente hasta salir de su escondite. Por alguna razón le había parecido buena idea hacer lo que aquel deformado ser le decía.

–ya no sé quién soy. Hace mucho era el ángel de la muerte de este lugar, encargado de llevar al descanso eterno a todas las almas que aquí pereciesen pero ahora… soy un monstruo. Desde que fui atrapado por la maldad de la sangre, este ha sido mi castigo… los otros también son así, hace mucho todos ellos eran seres insignificantes que cumplían sus deberes en las sombras pero la sangre nos consumió y ahora somos los sirvientes de ese mal.

– ¿Entonces antes eras un demonio? ¿En eso te convierte la sangre? –hace un año Lola se habría reído de toda aquella historia, asegurando que no existían tal cosa como fantasma, demonios… pero ahora era diferente. Ahora era consciente de la existencia de esas fuerzas poderosas e inimaginables que obraban sobre el mundo.

–Así es. Cuando eres bañado por la sangre de un inocente es el castigo que recibes –los ojos de aquel monstruo mostraron una tristeza profunda, lo que le hizo preguntarse a Lola, que tan terrible era el pasado de aquel que alguna vez había sido un ángel.

–Y dime ¿Qué quieres de mí? ¿Por qué me dices todo esto? ¿Qué me ocurrirá?

–La única razón por la que estoy aquí contigo esta noche, es porque te amo –aquello congelo por completo a Lola, e hizo que palideciese. ¿Acaso ese monstruo podía sentir amor?

–no comprendo…

–me enamore de ti desde hace un año, aquella noche… por eso te protegí y todo este tiempo he estado a tu lado aunque no me hallas visto, por ti recupere mi libertad. El amor que siento por ti es mucho más fuerte que el control de la sangre, me convertí en tu ángel protector y por eso…

–basta… ni siquiera me conoces, es imposible que me ames. Además tú que sabes de amor, eres un monstruo, asesinaste junto a todos ellos a mis amigos…

–Yo te conozco más que nadie, he estado a tu lado todo este tiempo, he compartido tu dolor, lágrimas, sufrimiento… créeme que soy la persona que más quiere en este mundo verte sonreír. No sé nada sobre el amor humano, lo admito y mi pasado no me enorgullece para nada, pero cuando te veo sé que a lo que todos llaman amor eres tú.

–tú no puedes amarme… es imposible. Eres un monstruo… mátame de una vez por todas.

–¿Acaso crees que los monstruos no pueden amar?– Lola tembló al sentir aquellas alas quemándole la piel. No tenía otra opción, moriría... por lo que se encomendó al amor de aquel ángel de la muerte, para salvarse a sí misma.
El ángel le robo un beso de sus labios y la escondió en su más profundo ser, del terror de la noche. Al parecer ese era el final de todo, sin embargo se sentía tan bien. Dolores cerró sus ojos y no vio mas aquellos espíritus acechándola, el estar con aquel extraño ser la llenaba de libertad, paz y tranquilidad.

–Gracias –le dijo Lola viéndolo a la cara, se hallaba sobre ella, llenándola de todo aquel amor que pensaba perdido. Ella no lo amaba y era consciente de eso pero estaba tan agradecida con el por haberla hecho tan feliz quien sabe cómo y no importaba nada más que aquel momento en el que parecía libre de todo.

–Me basta con verte sonreír –le dijo al oído e inmediatamente Lola comenzó a reír.

–me encantaría poder amarte, pero creo que me es imposible.

–está bien. La próxima vez será… La próxima vez hare que me ames tanto como lo has hecho antes. –la joven se perdió en aquellas palabras, pero le parecían demasiado hermosas como para deber ser comprendidas y decidió entregarse por completo.

A la mañana siguiente, el cuerpo de la joven fue hallado sin vida en su habitación, una hermosa sonrisa se dibujaba en su pálido rostro…era como si su atormentada alma al fin había encontrado el descanso eterno y la paz... tal vez había sido guiada por algún ángel.

18 de septiembre de 2011

Proyecto de septiembre 2011: La fotografía


hola a todos, aquí les dejo lo que hice para este proyecto. Espero que sea de su agrado :)
pues en lo personal, este relato fue una despedida a todos aquellos sentimientos masoquistas que solamente sirven para atarnos al pasado y hacernos sufrir. La fotografía que elegí es de un viejo edificio que veo a diario y siempre me trae un aire de nostalgia, le aplique algunos efectos por lo que parece un dibujo o algo por estilo pero espero que les guste realmente.

Me acorde de olvidarte


Luego de tantos fríos inviernos pensé haberme vuelto más fuerte. En todos estos años no he dejado de construir grandes muros de concreto a mi alrededor, nadie puede acercarse a mí, nadie puede tocarme realmente… aquí dentro, donde todo duele… nadie puede dañarme si estoy en la cima más alta, fuera del alcance de cualquier vendaval. Desde que te fuiste, las lágrimas desaparecieron pero también se fueron todas mis sonrisas contigo.

Creí que al ser adulta me haría una persona fuerte e intocable, pero es increíble cómo te hallas en el aire que respiro, entras en mi cuerpo penetrando todas mis fortalezas… es increíble como no puedo huir de tu recuerdo… ¿cuánto tiempo ha pasado desde aquel entonces? Éramos apenas unos niñitos jugando con fuego… ¡aquellas quemaduras!

Recuerdo nuestro pasatiempo favorito, ir a perder el tiempo en aquel edificio junto a mi casa… ¿lo has visto? Ahora está hecho pedazos, casi en abandono como nuestros corazones. Todas nuestras memorias se las llevaron aquellas gigantescas nubes, las que tanto me espantaban, mientras tú me abrazabas y me prometías lo imposible.

Pero es que desde que te fuiste de aquí todo se volvió tan difícil, todo parece un engaño… donde puedo tenerlo todo pero es como si fuera nada.

La noche pasada dormí junto con alguien… creí que lo amaba pero ahora lo dudo; el dijo que le encantaba la perforación de mi ombligo mientras lo besaba y al llegar a mi espalda se detuvo… me pregunto quién eras, de que porque estabas marcado en mi piel. Y lo recordé todo.

La tarde sumergida en nuestro edificio que en algún tiempo se tiño de verde, jugando en los pasillos y observando el mundo desde las grandes ventanas… dijiste que el mundo jamás nos detendría… esa tarde quisimos jugar más y nos perforamos el cuerpo retando al dolor, fue ese día en que te quemaste contra mi piel. Tatué tu nombre en mi espalda: esas cuatro letras clavadas en mi ser para siempre. Te sorprendiste en un comienzo y luego sonreíste… tu nunca me grabaste en tu ser; siempre me contabas tus sueños de volar y ser libre… jamás te atabas ni siquiera por el amor, nadie podía detenerte. “demasiado joven para morir” tu dialogo siempre conseguía confundirme.

Hace tanto que no me acordaba de olvidarte, era una rutina ya… beber café, encender la computadora, revisar mi correo, prender la televisión, poner las noticias, olvidarme de ti, cepillarme los dientes, esperar a que vuelva la inspiración a mi…

Hace tanto que no tomaba las odiosas pastillas para dormir y sacarte de mis sueños a patadas es mi nuevo pasatiempo. Prefiero cuando se trata de olvidar de recordar que alguna vez te dije que era diferente el amor contigo… pero si intento acordarme de olvidarte, sólo consigo pensar más en cómo sería mi vida junto a ti si todo hubiera salido de acuerdo al plan.

Miró nuestro viejo edificio, donde alguna vez jugamos al amor. Creí que te olvidaría, ahora sé que eres irremplazable y jamás lo conseguiré… arrancarte de mi piel y borrarte por completo de mi alma; nunca nadie la ha tocado como tú lo hiciste en tan sólo dos segundos.

Y si ahora yo vivo en el limbo y tú en el infierno es solamente nuestra culpa por jugar con fuego, por creernos más que nadie… por pensar ser invencibles en nuestra torpe adolescencia… tú terminaste de pagar por aquel crimen que cometimos, en cambio yo sigo pagando mi condena… una condena eterna sin ti.

Dicen que te han visto de nuevo, incluso que han hablado contigo… que luces tan diferente, has madurado, que vives como cualquiera, trabajas en la oficina y tienes familia. Les digo que se equivocan, que esa persona no puedes ser tú… si moriste hace ya tanto tiempo, justo en aquel edificio… yo lo vi con mis ojos, cuando morías en mis brazos y tocabas mi alma por última vez. Tal vez han visto tu fantasma, les digo o te has convertido en un zombi, un ser sin voluntad, sin alma… pero tú realmente ya no estás aquí, la persona que ame y sigo amando, a pesar del dolor, ya no está aquí. Nuestro amor, al igual que un caótico incendio, terminó en cenizas y aunque jamás podremos dar marcha atrás no es como si todo lo que vivimos, encerrados en nuestra fortaleza utópica con falsas promesas y mi amor por ti, fuera a desaparecer.

Pero en esta tarde, mientras el sol se pierde detrás del viejo edificio, sólo puedo despedirme de ti y esconder en lo más profundo de mi ser un fragmento del amor en desuso.

11 de julio de 2011

Proyecto de julio 2011: Cumpleaños


¡Feliz cumple años adictos! Realmente me encanta formar parte de ustedes ya que es como una gran familia literaria y siempre aprendo algo nuevo. Aqui les dejo un poco tarde mi relato pero espero que lo disfruten. ¡Felicidades! ¡a por más años!



Un año por delante demasiados por detrás


Faltaban pocos minutos para que fuese once de julio. El reloj de la habitación 108, del viejo complejo de apartamentos, se había averiado y hace un buen rato que no marcaba la hora correcta.
Anabella le observó con atención... el minutero y el segundero señalando aquel diez.
–Seria grandioso que se quedara así por siempre –dijo para si misma.
El teléfono sonó pero Anabella no sentía el deseo de responder... sabia muy bien el motivo de aquella llamada de medianoche.
–Cariño, ¡feliz cumple años! debes de estar descansado justo ahora... te llamare por la mañana. pequeña, es un año mas lleno de bendiciones para ti... siempre seras mi tesoro y pase lo que pase yo estaré a tu lado. como siempre... –el amoroso mensaje que su madre había dejado en la contestadora estaba lleno de buenas intenciones pero aun así le hizo llorar. recordándole que el tiempo seguía su curso, incluso si su reloj se paraba...
–¿Por qué no se detiene...?
Ahogó sus dolorosos suspiros en la almohada junto a ella y se metió en la cama, bajo sus sabanas. Cuando era pequeña solía jugar a esconderse de todo bajo las sabanas al lado de su hermano...Sebastián....
sus lágrimas aumentaron y se mordió el labio hasta sangrar, soltando un leve gritillo.
–No hay donde escapar ni esconderse. Todo sigue igual aun si no estas aquí... –Anabella se hallaba completamente sola pero tenia aquella costumbre de que cada once de julio a medianoche hablaba con aquel invisible confidente.
–Sebastián... hace diez años que te fuiste ¿por donde andarás? ¿habrás jugado entre las estrellas? de seguro, estas hecho todo un ángel –la voz le temblaba, era consciente de lo tonto de aquella tradición y del daño que le causaba a si misma.
–Todos te han olvidado Sebas... ya no le importas a nadie, incluso mamá soló piensa en mi... solo porque yo estoy viva y tu... –el corazón se le encogía cada vez mas.
–¿Por qué tenias que irte? me hubiera gustado ir contigo para seguir jugando pero seguro que te molestas por lo que digo...
Anabella siguió en su conversación imaginaria hasta quedarse profundamente dormida. en sus sueños veía a su hermano gemelo justo antes de morir. Ambos habían jugado tanto en el parque, en aquel entonces apenas tenían diez años. comieron helado junto a su padre y discutieron de quien se merecía el mejor regalo de cumple años.
–¡Yo soy el mayor! me merezco un gran regalo por eso.
–¡No es justo! solamente eres mayor por tres minutos.
Anabella quería ir a ver la fuente de agua, pero Sebastián estaba aún molesto con ella así que decidió quedarse en la banca.
Entonces todo se torno gris. Mientras Anabella y su padre jugaban de atrapar mariposas, Sebastián escapó; cuando su padre noto su ausencia fue demasiado tarde. A Sebastián le había atropellado un auto en la calle principal; se creía que había cruzado la calle corriendo para ir a la jugueteria del otro lado. Ese mismo año, el padre de Anabella cometió suicidio. Todo había sido duro para ella desde entonces, pero nunca quiso mostrarse débil frente a su madre, ya era suficiente con perder a su esposo e hijo, ella debería ser una buena chica y no causar problemas... por eso sólo se permitía llorar una vez al año y desahogarse en soledad... el día de su cumple años, el cumple años de Sebastián... y su aniversario de muerte. Tantas cosas en un sólo día...
De repente Anabella despertó de sus sueños. Observó el reloj que seguía marcando las diez.
–Como si nunca hubiese pasado el tiempo. –dijo con una sonrisa llena de dolor.
–El tiempo ha seguido su marcha, la única que se ha quedado en el pasado has sido tu.
Un escalofrío recorrió la espalda de Anabella, al escuchar aquellas palabras. Era la voz de Sebastián, era su hermano gemelo frente a ella... pero lucia diferente algo en el había cambiado.
–¿Que haces aquí? tu....
–Estoy muerto, lose. Pero hay mas que eso ¿sabes?
–¿Hablas del cielo? ¿la vida eterna?
–Hablo de ti.
–No entiendo... pero ahora que estas aquí puedo disculparme y yo...
–No hay nada que perdonar. Mi muerte fue un accidente Ani; no te mentiré, al principio me sentí triste, confundido y tuve miedo pero ahora estoy bien. Sólo hay paz.
–Te extraño tanto. Hace mucho que nadie me dice Ani...
–No llores. No hay razones para llorar, si todos mueren algún día. ¿acaso quieres terminar como papá? lastimandose de esa forma... el también me pidió perdón igual que tu, pero no hay nada que perdonar si no hicieron nada malo.
–Yo entiendo el dolor que debió sentir papá... pero no puedo evitarlo, es solo el hecho de que todo sigue como si nada, el hecho de que yo respiro y tu no.
–respiras por ahora, pero algún día también morirás; pero no hay porque adelantar eso. Ahora disfruta tu vida hasta que termine.
–¡No es justo! ¡¿No entiendes?! Como puedo disfrutar mientras tu estas bajo tierra.
–Yo estoy bien Ani, la única que sufre eres tu... los que mas sufren son los vivos; los muertos poseemos la paz. Pero tu me haces perderla, me preocupas.
–Sebastián quiero estar contigo. por qué no me dices donde estas.
–Estoy en ti Ani, ¿no es obvio? Ahora soy parte de ti. Ya no hay nada que retenga mi alma por lo que puede ser parte de la tuya... no solo eso, ahora soy parte del todo sin principio y sin fin.
Antes de comprender aquellas palabras, Anabella se despertó de un sólo salto. Ya era la mañana del once y todo parecía tan calmo, como si solamente se hubiese tratado de un sueño lejano, pero todo se torno realidad cuando Anabella observó su reflejo en el espejo. Desde aquel entonces supo que nunca iba estar sola de nuevo y que haría que su existencia valiese la pena.




26 de junio de 2011

Proyecto de junio 2011: Banda sonora

¡Hola! pues este ejercicio me gusto mucho :) me inspire en esta hermosa canción japonesa llamada "tsukiakari" que quiere decir "luz de luna." La cantante es Rie Fu y tiene una hermosa voz bastante suave y calma. Por lo que cuando lean el pequeño relato háganlo lento mientras escuchan de la canción espero que sea de su agrado y les guste. Nos leemos luego, chicos. Besos.



Sola

Sin nadie mas a mi alrededor, tomo un respiro y dejo que el viento despeine mis cabellos y haga bailar levemente mi vestido. Me siento tan libre y feliz en medio de este inmenso azul pero no hay nadie que comparta mi dicha. Y así comienzo a obsesionarme con mis pensamientos sobre aquel cuento de hadas de princesas y dragones, el que una vez me contaste.
Me da un poco de miedo pensar que nadie vendrá a por mi, que nadie ha notado que me fui desde hace tanto tiempo como la princesa del cuento que nunca fue salvada por ningún príncipe en su lugar un dragón le salvo la vida, así como tu a mi hace ya tanto.
Sabes, la libertad se siente tan vacía. Quizá porque me faltas tu en ella.
Siempre pienso en ti y tu recuerdo siempre me lastima; pensar como todo sigue su curso y nos alejamos por caminos diferentes.
Te he buscado en nuestro lugar favorito, solo estaba yo en el y sin ti pierde su encanto; incluso si la luz de la luna cubre gentilmente aquel riachuelo ya no tiene importancia ni belleza sin ti.
Gritó tu nombre tantas veces pero mi única respuesta es el eco lejano de mi voz… no tiene caso que te busque sino te hallas en este lugar. Pero no lo puedo evitar, el sólo hecho de imaginar encontrarte a mi lado me llena de felicidad.
Nadie mas que tu comprende cómo me siento, suelen decirme que soy ingenua y cursi por pensar de estar manera pero esas personas no conocen la soledad, no como yo lo hago; como tu lo haces.
La dulce melodía de la soledad nos envuelve en distintos mundos y escapar de ella es trabajo difícil; es tan lenta y eterna que me hace pensar que no te volveré a ver jamás.
Donde yo me encuentro, el cielo esta cubierto de estrellas ¿puedes verlas tu también? Como centellean y cantan una suave canción que el viento arrulla.
Escucho tu voz llamándome a lo lejos como un silbido y de pronto, siento como mis debilidades desaparecen todo por ti. Porque donde quiera que estés yo te encontrare. Sin duda alguna mi corazón errante te alcanzara a ti, que eres tan lejano como las estrellas en el firmamento… pronto estaré a tu lado para quitar la venda de oscuridad que te oprime.
Ambos nos necesitamos con desesperación, como si no existiese nada mas para nosotros. Sea esto amor o dependencia no me interesa solo se que desde hace tanto planee un futuro a tu lado.
Te encuentro a mi lado, ¿todo este tiempo estuviste tan cerca? Sin saberlo, tomo tu mano y la soledad que nos separa se rompe. Simplemente tienes que gritar mi nombre y ahí estaré para salvarte de tus pesadillas, porque soy capaz de romper todo lo que nos separa, por ti… tu, que una vez me salvaste a mi del abismo ahora es mi turno de ayudarte. Incluso si solo se trata de amistad o si acaso nuestros sentimientos no tienen nombre sólo deseo estar contigo bajo la luz de la luna.

24 de mayo de 2011

Proyecto de mayo 2011: Microrrelato


Hola a todos, aquí les dejo mi cortisimo microrrelato... espero que les guste aunque esta un poco corto y con un extraño sentido del humor x3

Redacción

Una joven muy molesta cierra estrepitosamente el libro que hace un momento leía mientras exclama: “¡Que libro más terrible! ¡Su redacción es horrorosa, la narración es inverosímil y el contenido sumamente superfluo! ¡No dice absolutamente nada!” Su amigo al escucharla hojea el libro, con interés, por un buen rato. Una sonrisa se dibuja en su cara y añade serenamente: “te equivocas, el problema es que tú lo has estado leyendo al revés.”


30 de abril de 2011

Proyecto de abril: Género infantil

Hola, pues les cuento que mientras investigaba sobre el genero infantil me encontré con un portal muy interesante que mostraba la importancia de la educación en los niños mediante la literatura, y me pareció muy cierto ya que mi madre solía leerme cuentos y aún en día los recuerdo, en especial por la forma dinámica en que los contaba.
Por esta razón decidí escribir un cuento un tanto educativo. Por que los niños son muy inteligentes pero muchas veces las personas creen que ellos no comprenden cuando en realidad logran captar su realidad de diferentes maneras; muchas veces lo que aprendemos, de una u otra forma, en nuestra niñez es lo que influye en nuestra personalidad futura, nuestras formas de comportarnos, de pensar, etc... desde algún capricho hasta un trauma en la niñez todo esto, consideró, que nos marca como persona. Por lo que desde pequeños es muy importante que no sólo se les de a los niños un habito de lectura, sino una formación de valores y una visión de la realidad de nuestro mundo que ellos puedan comprender.


Los niños solitarios

Érase una vez en el espacio exterior, una pequeña y curiosa estrella. Su madre la amaba y cuidaba con fervor todo el tiempo, y un día la estrellita preguntó:

—¿Cuál es el nombre de ese planeta lejano?

—es el planeta Tierra, mi amor.

—¡que colores más extraños! Quiero conocerlo, mami.

—¡ni lo digas! es peligroso que vayas ahí... ese mundo es muy hermoso y existen cosas maravillosas en él; por desgracia también existen muchas terribles y dolorosas cosas... eres una pequeñita no lo comprenderías.

La estrellita no respondió a su madre pero se sintió muy herida al escuchar cómo está la consideraba sólo una pequeñita ignorante. Así que la menuda estrellita planeó un escape y cuando su preocupada madre notó su ausencia ya era demasiado tarde:

—¡Adiós, mami! prometo regresar pronto.

Y así fue como nuestra estrellita llegó a la Tierra: —¡Que hermoso lugar! no entiendo como mami, no me permitía venir acá.

Cuando estrellita se decidía por ver más, descubrió la risa de los niños.

—¡Que hermoso sonido! ¡Me hace cosquillas! Así que esos son los pequeños humanos, al igual que yo son traviesos y están descubriendo nuevas cosas.

La estrellita sabía que no podía bajar a la Tierra a jugar, pero se conformaba con ver desde lejos toda aquella diversión. Pero justo en ese momento, sucedió un acontecimiento de lo más extraño: dentro de la Tierra se mostraba un mundo invisible para los ojos humanos pero que estrellita pudo observar.

Ella en un comienzo se asustó mucho pero luego vio a alguien dentro de este mundo: ¡era un niño! al igual que los otros que reían y jugaban, solo que este estaba triste y solo. Dentro de este mundo los recuerdos del niño se proyectaban como una película en una pantalla gigante. Entre las escenas se veía como los otros niños felices le molestaban mucho, se burlaban de él por ser diferente y lo trataban muy mal. Estrellita lloró y una de sus lágrimas se derramó en la línea que dividía estos dos mundos y al instante una pequeña brecha se abrió. Por esta brecha entró una niña muy feliz y se dirigió hacia el niño:

—¡Juguemos juntos! no es bueno que estés aquí solo. Seamos buenos amigos. Mi nombre es Violeta ¿cuál es el tuyo?

—Me llamó Fernando, ¿Porque quieres ser mi amiga? yo... estoy bien aquí...

—¿y porque no habría de quererlo? Quiero conocerte Fernando, me agradas. Estoy seguro que a mis amigos también les agradaras.

La estrellita se sorprendió por todo aquello y vio como luego de un rato ambos niños salían del mundo invisible tomados de las manos, para luego ir a jugar con otros niños. Las risas de Fernando le hicieron muchas cosquillas.

Entonces estrellita decidió seguir paseando por este mundo y descubrió a Sofía, una niña que tenía muchas heridas en su cuerpo pero aún más en su corazón; conoció a Luis, un chico solitario sin padres; también vio a Rosa, una niña que siempre veía a sus padres gritándose y por ultimo a Joaquín, un niñito que trabajaba contra su voluntad.

La pequeña estrella decidió dar sus destellos más poderosos y muchas brechas gigantes surgieron entre los mundos. Gracias a ello una amable mujer sanó las heridas de Sofía y prometió protegerla de ahora en adelante; dos adultos que buscaban un hijo encontraron a Luis. Los padres de Magdalena notaron su sufrimiento y dejaron de discutir de esa forma. Y Joaquín no trabajo más, en su lugar comenzó a estudiar gracias al apoyo de adultos bondadosos. Estrellita decidió volver a su hogar:

—Hija, estuve muy preocupada por ti ¡pero mira que grande estas!

—mami, decidí crecer para ayudar a esos niños. Tenías razón la Tierra es muy hermosa pero existen cosas tristes y dolorosas en ella, pero la solución no es taparse los ojos para no verlas.

—Tienes razón. Tu le has puesto fin al dolor de muchos niños y en su lugar reína la alegría.

Y así es como estrellita sigue hasta nuestros días, intentando desaparecer todas esas barreras que dividen estos mundos. Pero ella no puede hacerlo sola, necesita mucha ayuda no sólo de estrellas sino de todas las personas que habitan el mundo visible. Porque ella quiere ver sonreír a todos los niños del planeta y que entre ellos no existan diferencias. También estrellita desea que los adultos vean la realidad de estos pequeños y no la ignoren. Que si existen adultos que hacen callar las risas de los pequeños sean detenidos inmediatamente. Porque ella sabe que la Tierra es muy hermosa y sus pequeños habitantes merecen disfrutarla.


FIN.

30 de marzo de 2011

Proyecto de marzo 2011: Regálame una foto

Hola, espero que sea de su agrado. Me toco esta hermosa imagen y quise mostrar como muchas veces pasamos desapercibido nuestro alrededor y no valoramos el tiempo, que muchas veces es corto.

Tiempo para…

Ella solo quiere tiempo para ver las hojas caer el próximo otoño; ver a los arboles mudar de piel y sentir los cansados rayos del sol.

Quiere que el tiempo que transcurre sobre aquella vacía carretera sea eterno. Que el camino no tenga fin y jamás llegue a su destino.

Quiere recordar el cantar de las cuatro estaciones y aguardar el invierno entre bosques naranjas, moribundos.

Porque momentos como esos deberían ir en cámara lenta para percibirse todo con un placer más profundo y asegurarse de no dejar nada atrás.

Ella quiere ser consciente de lo pequeña que es; comparar aquellos arboles que perduran en el tiempo con su pequeño ser con los días contados. Quiere saber el significado de la palabra «insignificante».

Pero el trayecto sigue y el tiempo nunca para, desde su ventanilla ve a los enormes arboles de hoja caduca quedándose detrás como un recuerdo….ella pronto será eso, un recuerdo dejado atrás.

Ve a su madre al volante, se muestra segura e ignora el bailar de las hojas secas tal vez porque le recuerdan a ella, secándose de esa forma.

Desea tener tiempo para tomar una fotografía a los arboles de hoja perenne queriendo unirse con los de hoja caduca, deseando tocar sus ramajes como un amor imposible; pero no tiene cámara así que memoriza aquel paisaje. Una calle solitaria, hojas muriendo a su alrededor, retazos verdes…. Ella desea tener tiempo para perderse en el bosque, jugar un rato con los misteriosos animales que habitan en las madrigueras y olvidarse del mundo, de su madre, del médico; del hospital, las medicinas… olvidarse de las “trágicas noticias” de los adultos.

Quiere tiempo para crecer, ser algún día una mujer exitosa y comprar una hermosa casa cerca de ahí para pasear todas las tardes y ver las estaciones transcurrir hasta que vuelva a ser otoño.

Quiere todo el tiempo del mundo para ver a los arboles mudar sus colores: rojo, naranja, ocre, amarillo, dorado…Le parece extraño pensar en la muerte al ver colores tan maravillosos.

De pequeña pensaba que en el otoño la mayoría de arboles enfermaban y comenzaban a morir para que otros nacieron al igual que los humanos; pero su madre le explicó el proceso científico que apenas recordaba, aunque jamás logro olvidar el casi susurro final: «Ellos no mueren solo se preparan para lo que vendrá, algunas veces hay que sacrificarse para sobrevivir… es igual en los humanos, no mueren es una preparación para lo que vendrá más adelante, se sacrifican muchas cosas pero la promesa de una verdadera vida hace que valga la pena.» ahora que lo pensaba, su madre trató esa vez el asunto de manera lejana; como si ellas no fueran humanas, como si nunca las tocaría la muerte…

Ella solo desea tener más tiempo para no cambiar sus colores, para que las hojas no caigan o lo hagan lentamente.

Tiene miedo, como cualquier ser humano frente a lo inentendible, de lo que se encuentra al final de aquella carretera; miedo a no volver a ver los arboles otoñales, de que el sacrificio duela demasiado y “la verdadera vida” no se sienta tan viva como esta. Miedo de llegar a aquel lugar, “allá donde es tan lejos que nunca se vuelve”.

A ella le hace falta tiempo para seguir pensando en el misterio del otoño, de la nostalgia, de la muerte, de la vida…Pero ella sabe que aunque tuviera todo el tiempo posible, jamás lo comprendería. Las piezas del mundo nunca encajan muy bien en su rompecabezas, incluso la de aquel vertiginoso paisaje no llega a esclarecerse a la perfección.

Pero nada importa mucho. Si solo es una niña que no conoce casi nada, que quiere tiempo para aprender todas esas cosas que jamás aprenderá; que nunca sabe que decir en el momento indicado, que le teme al cambio de estaciones… pero aún así morirá o eso es lo que dicen los adultos cuando creen que ella no escucha.

Pero como imaginarse cosas tristes como la muerte al ver a la naturaleza tan bonita, cambiando sus colores, oliendo la tierra, sintiendo un frio acogedor; escuchando el silencio… cayendo dormida en el asiento trasero y tornando su recuerdo del otoño en una borrosa, aunque esperanzadora, fotografía mental.





20 de febrero de 2011

Proyecto adictos a la escritura: Relato de San Valentín


Hola, de antemano quiero decir que soy nueva y que me ha encantado su blog.
pues esta es la primera vez que participo, espero que les guste.
PD: según yo, no me he pasado del limite jejeje...

Sinfonía del amor

La tonada comienza suavemente, casi un suspiro musical; las manos del pianista bailan un lento vals sobre el teclado, esculpiendo una melodía naciente. A lo lejos se escucha el acompañamiento de una suave voz. Todo comienza a tomar forma y estructura, el pianista entrecierra sus ojos acariciando con sumo cuidado y pasión aquel hermoso instrumento; la voz que en un comienzo resultaba imperceptible se torna poderosa y llamativa, dirigiendo toda la atención a ella. El público se excita, les resulta hermoso aquel fantástico dúo: el afamado pianista extranjero y la hermosa mezzosoprano se complementan entre sí; creando y destruyendo cada nota musical.

Una historia de amor es lo que narra aquella ejecución brillante; una historia de amor que nunca han vivido ninguno de sus intérpretes. Incluso si la hermosa mezzosoprano parece completamente concentrada en sus altos y bajos, en realidad su mente se halla nublada de distracciones.

«Feliz día de San Valentín para nosotros. Una completa burda comercial montada cada catorce de febrero; una conspiración llena de chocolates, rosas, peluches, cartas y amantes secretos. La mayoría de muchachas de mi edad esperarían esta fecha con ansias para declarársele a la persona que aman; jamás sería capaz de expresar mis sentimientos y tu tampoco lo serias, soy demasiado orgullosa y tu demasiado distraído.

¿Sabes por qué elegí esta carrera? Porque me permite trabajar en soledad y no necesito confiar en nadie; la música siempre te enriquece, te llena de un éxtasis indescriptible y jamás te engaña ni es presuntuosa. Eso era lo que pensaba… pero al final me doy cuenta que siempre me encuentro apoyada en tus hombros, confiando y compartiendo; transformándonos en el sentir auditivo. Viviendo una mentira escenario tras escenario, ya que a tu lado jamás he sido capaz de cantar una canción sincera porque todas terminan en palabras románticas y nuestra relación es más fría que un tempano de hielo… pero realmente no comprendo, incluso si mi voz acompaña tu rápido tocar, jamás puedo alcanzarte con certeza. No soy capaz de hacer una canción que suene como la tuya, tu melodía, eso que se halla dentro de ti. Es lo que adoran de ti, es lo que adoro de ti; el momento en que compones una pieza y tu rostro muestra miles de expresiones y no puedes alejar tus manos del teclado. Lo que tanto busque una melodía maravillosa y sorprendente, ¿no lo has notado? Que desde entonces siempre me encuentro a tu alrededor, queriendo formar parte de tu mundo, queriendo compartir mi melodía contigo…queriendo proteger y atesorar ese tu encanto. Estúpido, ¿no? ¿Desde cuándo alguien tan torpe como yo aprendió a atesorar y proteger algo? Pensé que estaba bien viviendo sola, pero existen segundos infinitos como estos en los que me pregunto: “¿debería compartir junto a alguien todos estos sentimientos o me los guardo para mí misma?” es entonces cuando descubro que odio estar siempre sola. Pero si estuviera al lado de alguien terminaría lastimada, aunque ya es demasiado tarde para eso; me encuentro en un punto en el que es irreversible terminar con el corazón roto y caer…tengo miedo a caer muy bajo pero existen esos hermosos días en lo que tu sonrisa y los ademanes de tus manos al componer junto a mi falsas historias, me hacen tener esperanzas de que si llegara a caer tu lo harías junto a mí, tomados de la mano. ¿Quieres escuchar el deseo que le pedí a aquella estrella fugaz? Hacer este momento especial junto a ti, es todo lo que quiero.

Estoy cantando para ti, esta canción es para ti ¿no puedes oír mi voz? Te necesito. Quiero ser de utilidad para ti… sólo de esta manera mi corazón errante sería capaz de alcanzarte. Soy muy tonta en cuestiones como estas, ¿verdad? Pretendiendo que no pasa nada me he enamorado de ti. Algún día debería ser capaz de decirlo, ¿cierto? Decir… que yo… de una u otra manera siempre te he amado, consciente o inconscientemente. Un día como este sería un magnifico momento.»

…y la hermosa pieza llega a su fin. La sensibilidad transmitida rompe hasta los corazones más duros y todo el público aplaude con fervor mientras sus cuerpos tiemblan de emoción. La joven no presta atención al público, se halla ida contemplando al pianista; el muchacho llega a su última nota pero esta vez algo ocurre: levanta la cabeza y se encuentra con los ojos marrones de su compañera; el joven enmudece al instante. Ella no puede evitar tirar el micrófono en su asombro. Por primera vez ambos son capaces de darse cuenta de la persona tan especial que siempre estuvo a su lado.